La desaprobación de los ciudadanos al
Congreso y a su presidenta, María del Carmen Alva, aumenta a los niveles más
altos desde que iniciaron sus gestiones, con un 86% y un 76% del país en
contra, respectivamente, según muestra la última encuesta de representación
nacional del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), una investigación realizada
para La República.
El estudio consultó a la población del
18 al 21 de abril recientes y tiene márgenes de error de 2,8 puntos encima y
debajo de cada resultado nacional.
Aproximadamente, un 86% de los
peruanos desaprueba el desempeño del Parlamento. Hace un mes, esta
descalificación la daba un 79%. Este rechazo al Poder Legislativo crece tras
superar las tres cuartas partes del país a fines del año pasado.
Apenas un 11% de la población aprueba
el desempeño del Congreso: solo uno de cada diez peruanos a su favor, en
general.
Este poder tiene su mayor
desaprobación y menor aprobación en el actual mandato.
Un 76% reprueba el desempeño de Alva:
tres cuartas partes del Perú en contra, grosso modo. En marzo era un 69%.
Aprueban su labor son solo un 18% de
los peruanos, casi una quinta parte de la nación.
Reflexiones
“Los congresos son poco aprobados,
pero el nivel y velocidad de este preocupan. Si pensamos en oficialismo y
oposición, este Congreso no brinda a los ciudadanos motivos de optimismo”, dice
el politólogo Antonio Maldonado, profesor de la Universidad Católica (PUCP).
“La bancada oficialista y sus aliados
proponen legislación irrelevante o irresponsable. La oposición férrea está más
concentrada en el premio mayor de la salida del presidente que en su labor de
fiscalización. Y hay una ‘oposición’ más centrada en pactar un impopular ‘nos
quedamos todos’”, añade.
“Hay relación entre reprobación al
Congreso y preferencia de adelantar elecciones generales. Ninguno de los dos
poderes da confianza a la ciudadanía y eso hace pensar ‘volvamos a empezar con
todo’”, dice la politóloga Paula Távara, docente de la Universidad de San
Marcos.
“El Parlamento sale mal aun entre
quienes desaprueban al gobierno. No logra representar ni el objetivo de
frenarlo. El esfuerzo por la vacancia no cuajó y ven negociados. Alva es más
desaprobada que Castillo. Sería por eso que el ruido de vacancia está más
moderado”, agrega.
“Con su voto de confianza a gabinetes
con ministros impresentables, han ido forjándose una imagen de cómplices de un
gobierno incapaz y con sombras de corrupción. A esto se suma el blindaje a
ministros cuestionados. Este rápido y profundo deterioro consolida la propuesta
de adelantar las elecciones generales”, dice el politólogo Carlos Fernández
Fontenoy, profesor de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.
“Si quisieran no pasar a la historia
como uno de nuestros peores congresos, solo les queda hacer la reformas
políticas y electorales pendientes, para repetir el triste espectáculo que
vienen dando los padres de la patria y sus partidos. Sería un milagro que eso
ocurra”, sostiene.
Fuente: LaRepublica.Pe
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