César Acuña ha decidido postular al
Gobierno Regional de La Libertad, aquel cargo que dejó para aventurarse detrás
de su sueño presidencial en 2015, el mismo que estaría dejando de lado, salvo que
este anuncio de su postulación se caiga a última hora.
Hay más de una razón que ha hecho que
Acuña piense en volver a postularse al cargo de gobernador regional. Una de
estas razones sería el hecho de no tener la garantía de un candidato de fuste,
o que por lo menos le asegure el triunfo en la región. Acuña ha sido convencido
de que lo haga para asegurar justamente el gobierno de la región en manos de su
partido. Una de las posibilidades que barajó Acuña fue postular a su hombre de
confianza, el también exgobernador Luis Valdez. El mismo Valdez, entiendo, no
estaba disconforme con la idea. Pero algo habrá convencido finalmente a Acuña
de que esa opción no era conveniente. Hacia afuera, por lo menos, queda claro
que Valdez arrastra pasivos políticos, y la jugada se veía por ende riesgosa.
La otra razón que pudo llevar a Acuña
a decidirse por ir él mismo al gobierno regional es la competencia que le ha
salido en ese cargo. El exaprista Elías Rodríguez, su amigo y con quien siempre
tuvo buenas migas, se proyecta como un contrincante duro, debido a la
experiencia política que tiene y su evidente habilidad para obtener votos en
elecciones, para mover piezas y tendencias en zonas periféricas de la región.
Además, a juzgar por lo visto, al exaprista no le faltan recursos para pelear
en una campaña. Sin duda, Acuña y Elías se disputarían segmentos electorales
donde ambos han sembrado populismo para cosechar después. Veremos quién se la
lleva, finalmente.
Y, desde luego, la decisión de Acuña
dejaría en claro que habría renunciado al sueño de la Presidencia de la
República, tal vez en un acto de sinceramiento consigo mismo, en un acto de
aceptación de una realidad que parece muy concreta en ese aspecto. Salvo que
quiera repetir la misma jugada de la vez anterior: es decir que busque ganar la
elección regional para luego renunciar y postular a la presidencia, dejando a
un elegido por él en el cargo. Eso, sin embargo, sería una nueva traición al
electorado de la región, que quizás ya no se la pase por alto esta vez. Esto,
además, hablaría muy mal de su compromiso con La Libertad.
Con Acuña nunca se sabe del todo.
Incluso esta aparente certeza de que será candidato al gobierno regional quizás
no lo sea tanto.
Fuente: DiarioCorreo.Pe
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