El lunes se cumplen ocho meses desde que se suspendió el ingreso de turistas a Machu Picchu. Ocho meses de sequía económica y de silencio. Ocho meses de estrecheces para casi 120 mil cusqueños, cuyos ingresos dependían de la industria sin chimeneas: guías de turismo, dueños de restaurantes, hoteles, transportistas, vendedores de artesanías, etc.
Como no hay mal que dure para siempre, el turismo
vuelve, aunque con lentitud.
La ciudadela inca de Machu Picchu reabrirá sus
puertas mañana 1 de noviembre, Día de Todos los Santos. Habrá una ceremonia
cuando caiga la noche a las 18.00 horas. Se anuncia la presencia del presidente
Martín Vizcarra. Y las visitas se podrán hacer a partir del lunes.
Los cupos de ingreso se agotaron el 22 de octubre,
tres días después del anuncio de que el ingreso sería gratuito hasta el 15 de
noviembre. Casi 10 mil turistas locales y nacionales visitarán la maravilla mundial
en ese tiempo. Después deberían aplicarse las tarifas habituales, salvo que el
Ministerio de Cultura disponga medidas excepcionales y prolongue el ingreso
gratuito o apruebe tarifas promocionales.
La Asociación de Agencias de Turismo del Cusco
(AATC) pidió que la gratuidad para los peruanos se prolongue hasta finales de
año. “Eso podría ayudar un poco”, anota Edy Cuellar Margholl, vicepresidente de
la AATC y CEO de la agencia Machu Picchu Travel.
La reactivación del turismo empezó a paso lento y
en medio de incertidumbre por un posible rebrote del Covid-19. El 15 de octubre
pasado reabrieron siete sitios arqueológicos y la afluencia no supera las 50
visitas diarias en promedio, según Cuellar. Entonces, reabrir Machu Picchu será
apenas un segundo incentivo para fomentar el turismo interno.
“Estamos entusiasmados, pero el reinicio de verdad
del turismo creo que será en el siguiente año y despegará en junio o julio,
cuando hayan encontrado la vacuna. Estimo que en dos años volveremos a recibir
la misma cantidad de turistas que llegaban antes de la pandemia. Es el estimado
con base en el intercambio de información con agencias de otros países”,
explica Cuellar.
Es todavía lejano entonces pensar en la llegada de
visitantes extranjeros cuando Estados Unidos no ha podido controlar el
coronavirus y hubo un rebrote en parte de Europa. Casi el 70% de los turistas
que visitaban Cusco eran foráneos, la mayoría estadounidenses y europeos.
Los
protocolos
Las visitas a la ciudad de piedra serán controladas
al milímetro. Hay protocolos a cada paso. La Municipalidad Distrital de
Machupicchu instaló una cámara de desinfección en la zona de llegada de los
trenes. Cada visitante deberá pasar por la cámara para el lavado de manos,
medición de temperatura y limpieza del calzado.
Los negocios han implementado los protocolos de
bioseguridad exigidos por el sector Salud. Según la comuna distrital, el 90% de
hoteles y restaurantes, comerciantes del mercado de abastos y del centro
artesanal, así como los empresarios del sector transporte, cuentan con
protocolos sanitarios.
Tras la crisis sanitaria y económica, en Machu
Picchu Pueblo hay 234 hospedajes y restaurantes. La mañana de ayer, la
Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo (Dircetur) entregó
certificados de cumplimiento de protocolos a los negocios del pueblo más
turístico del país.
En la
ciudadela
El turismo volverá con restricciones para evitar el
brote del Covid-19. La ciudadela o llaqta inca solo recibirá 675 visitas por
día, distribuidos en nueve turnos de 75 personas por hora. O sea, solo el 30%
de aforo. El número de ingresos aumentará progresivamente hasta llegar, en un
óptimo momento, a 2 mil 244 visitas permitidas, dijo José Bastante, jefe del
Parque Arqueológico de Machu Picchu.
Cada grupo de visitantes estará conformado por ocho
personas, incluido un guía de turismo. Ningún guía podrá esperar a los
visitantes en la antesala de ingreso a la maravilla mundial, como sí ocurría
antes de la pandemia. Cuando el turista llegue a la puerta de ingreso a Machu
Picchu, volverá a pasar por un control de temperatura: aquel que supere los 38
grados o presente síntomas del coronavirus, no podrá ingresar.
Antes de entrar habrá lavaderos para el aseo. El
consumo de alimentos estará prohibido y, durante el recorrido, se deberá
respetar el distanciamiento de 1.5 metros entre personas y 20 metros entre
grupos. Así se hará turismo en la maravilla durante la pandemia.
Cusco tiene
el sello como destino seguro para el turismo
Ayer, la ministra de Comercio Exterior y Turismo,
Rocío Barrios Alvarado, entregó a las autoridades cusqueñas el sello “Cusco
destino seguro”. Con ello se garantiza el cumplimiento de medidas sanitarias
para cuidar a los visitantes. “Nos hemos preparado todas las empresas de
turismo. Las agencias tenemos el sello de destino seguro que garantiza que
cumplimos los protocolos sanitarios”, explicó Cuellar.
En tanto, el alcalde de Machupicchu, Darwin Baca,
entregó la semana pasada el pedido para que esta localidad también obtenga esta
certificación. Es posible que mañana, cuando se reabra la ciudadela inca,
también se entregue el sello como destino seguro del pueblo y de la maravilla
mundial.
La directora ejecutiva de Salud Ambiental del
Cusco, Sarita Blanco Quispe, señaló que empresarios, propietarios y operadores
turísticos deben contar con un plan registrado en la página del Siscovid e
implementar y cumplir con el protocolo de bioseguridad.
Fuente:
LaRepublica.Pe
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