
La declarada acefalía del Apra motiva
coordinaciones de apristas, que cuestionan a la alta directiva, a impulsar la
renovación de los máximos cargos en el partido.
En marzo del 2018, el Jurado Nacional de Elecciones
(JNE) desconoció la inscripción de la dirigencia aprista por diversas
irregularidades en los comicios internos. Ante esa decisión, la cúpula de los
apristas funcionales al expresidente Alan García designó entonces un comité
para que organice un congreso nacional en que se elija otra vez a los
directivos del partido.
Los apristas críticos consideran que este comité no
garantiza un proceso democrático. Advierten que quien lo preside, Adolfo de
Córdova, es suegro de Ricardo Pinedo, el fiel secretario de García hasta su
deceso.
Comando de
emergencia
Un grupo de apristas “rebeldes” evalúa armar un
Comando de Acción Nacional, órgano previsto para situaciones de emergencia.
Según normas del Apra, cuando no hay dirigencia clara, se pueden formar estas
instancias para encauzar la reorganización. Un Comando Nacional realizaría un
congreso en que se elija nuevas autoridades partidarias que representen a los
militantes.
Ya se ha formado el denominado Comando de Acción de
Lima Metropolitana del Apra, que se reúne en el local de la base del distrito
limeño de San Borja. Sus líderes coordinan con apristas de regiones.
“Hay compañeros capaces para asumir la dirección
del partido a nivel nacional”, dice Arturo Ojeda, coordinador del Comando de Acción
de Lima.
Estos apristas propugnan la línea del partido de
izquierda democrática y aspiran a la reinstauración de la Constitución de 1979.
Por eso rechazan “la alianza fujialanista” de los congresistas de la estrella y
critican el segundo gobierno de García.
“Hizo un gobierno de derecha, ajeno a los
postulados del partido”, dice Rafael Sánchez, secretario de base de San Borja.
Líderes como el exconstituyente Carlos Roca
disertan en encuentros de militantes organizados por este grupo de Lima.
Este comando se movilizó en varios momentos en
divergencia con la cúpula, por ejemplo, contra el fiscal Pedro Chávarry.
Al reconocer el riesgo de que no se realice el
congreso nacional encargado a De Córdova o que sea amañado, estos apristas
intensifican conversaciones con compañeros del interior del país para unir
fuerzas.
“En la macrorregión sur coordinamos para que se
forme un Comando Nacional con tareas extraordinarias, que llegue a la elección
de nuevas autoridades en otra estructura partidaria”, dice Guido Herrera,
destacado aprista desde Moquegua.
Norte no tan
sólido
En el sólido norte, el ‘compañero’ César Paucarcaja
encabeza el Movimiento 7 de Julio que propulsa la renovación aprista. Saluda el
esfuerzo de los impulsores de una Comando de Acción Nacional, pero no está
seguro de que logre su propósito. “La salida es muy complicada, hay
dificultades legales”, aduce.
Coincide en la crítica a la cúpula y la bancada del
Apra, sobre todo por sus cercanías con el fujimorismo sin consultar acciones
con las bases del partido.
“Elías Rodríguez, Mulder, Velásquez, Del Castillo
actúan a título personal, no tienen representación de las bases”, anota.
Resalta, además, presuntos vínculos de los
congresistas con las mafias de ‘Los Cuellos Blancos’, ‘Los Wachiturros de
Tumán’ y el clan de los Sánchez Paredes.
En Piura, el conocido aprista Eduardo Rodríguez,
exdirigente nacional del partido, coordina con el Comando de Lima y organiza un
encuentro ideológico entre militantes de su región.
“Para salir de la crisis del partido, debemos
encontrar nuestras raíces ideológicas. Somos un partido de izquierda
democrática no de derecha ni como fujimorismo”, sostiene.
Reconoce que se forman grupos en varias regiones
“que aún no nos hemos juntado”. Pero que llegará su momento.
Fuente: LaRepublica.Pe
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