La expectativa que tuvo el fujimorismo y el Apra
para encarpetar el fallo del Tribunal Constitucional que permite a congresistas
disidentes crear –o formar– bancadas mixtas fue bloqueada ayer por el
presidente del Congreso, Daniel Salaverry, tras la sesión del Consejo
Directivo.
Luego de cinco horas de debate, sus excompañeros de
Fuerza Popular aguardaron que Salaverry someta a votación la cuestión previa
presentada por la congresista Alejandra Aramayo en julio último contra la
resolución del TC. El objetivo era que la Comisión de Constitución emita una
opinión sobre esta resolución que, mediante la reglamentación de disidencias
por conciencia, iba a dificultar la conformación de nuevas bancadas. Sin
embargo, el presidente del Congreso levantó sesión desestimando la cuestión
previa de Aramayo. El veredicto generó un gran disgusto en FP y el aprista
Mauricio Mulder, pero aplausos de parte de los parlamentarios de las nuevas
bancadas Cambio 21 y Bancada Liberal.
Luego, en conferencia de prensa, el congresista
kenjista Marvin Palma sostuvo que la decisión de Salaverry de no esperar una
opinión de la comisión que dirige la fujimorista Rosa Bartra respalda la
resolución del TC y evita que, mediante el argumento de reglamentar las
disidencias por conciencia, FP “dilate el tiempo” para el desarrollo de nuevas
bancadas.
Alberto De Belaunde, vocero de la Bancada Liberal,
recalcó que el Parlamento hoy “está en la obligación de reconocer las nuevas
agrupaciones”.
Mientras tanto, en la otra orilla, la fujimorista
Rosa María Bartra increpó a Salaverry por su decisión que los dejó en ascuas.
"El presidente del Congreso está abocado a una función interpretativa que
no le corresponde", reclamó.
Por su parte, el titular del Legislativo evitó dar
declaraciones, pero a través de Twitter respondió a sus excompañeros de bancada
y a la lideresa de FP: “Ni los insultos, ni las amenazas conseguirán que yo
deje de cumplir con mi deber. Las sentencias del Tribunal Constitucional se
cumplen, tal como lo señaló su titular, Ernesto Blume. Un nuevo comienzo, como
lo anunció Keiko Fujimori, exige una manera distinta de hacer política”.
Discrepancias
Todas estas reacciones fueron producto de la tensa
jornada suscitada en el Consejo Directivo. Las discrepancias salieron a flote
desde temprano con Luz Salgado demandando a Salaverry que la jornada
legislativa sea privada. El titular del Congreso le aclaró que “todas las
sesiones son públicas”.
Luego, Carlos Tubino, vocero de Fuerza Popular, se
fue encima de su exvocero afirmando que la resolución del TC no diferencia lo
que es un parlamentario disidente y un tránsfuga. A él se sumó su compañera de
bancada Úrsula Letona, quien recordó a Salaverry que “en el Pleno del 13 de
agosto el Consejo Directivo solicitó opinión a la Comisión de Constitución”.
En defensa de su cuestión previa, Alejandra Aramayo
(FP) excusó a la comisión que dirige Bartra de no haber opinado antes sobre el
fallo del TC bajo la premisa de que no pudieron analizar la resolución por
estar “abocados a las reformas del referéndum”.
Por su parte, Bartra aseguró que la Comisión de
Constitución iba a tener una “opinión consultiva la próxima semana”. Entonces,
Letona planteó que este grupo sesione el 28 de diciembre. Así llegó la primera
llamada de atención de Salaverry a Aramayo. Alberto De Belaunde intervino para
recomendar al Consejo Directivo que lo dejen dirigir la sesión.
Cuando los micrófonos se apagaron, Salaverry
escuchó un agravio de Aramayo y respondió: "No soy gracioso, soy el
presidente del Congreso y estoy dirigiendo el debate. Compórtese y no sea
prepotente, por favor".
El presidente del Parlamento intentó intervenir,
pero el vicepresidente del Congreso, Segundo Tapia, lo instó a que baje a su
curul, lo que Salaverry consideró como un intento de evitar que opine.
"Nadie lo está callando. Le han dicho que baje a su silla",
manifestó. Además, Tapia le increpó haber respaldado el fallo del TC para
formas nuevas bancadas. "Ha ninguneado al Consejo Directivo", dijo.
Pero el momento más tenso llegó en la intervención
del fujimorista Miguel Torres, quien fue interrumpido por Yonhy Lescano (AP)
mientras leía la sentencia del TC. Esto ocasionó una discusión entre Salaverry
y Salgado, quien salió en defensa de Torres.
El titular de la Mesa Directiva le recordó a
Salgado que el parlamento era otro fuero. "Aquí no estamos en el local del
partido (Fuerza Popular) y usted no actúa como secretaria. ¡Aprenda a respetar,
respetos guardan respetos!", le increpó.
Minutos después, Salgado calificó que la respuesta
del exvocero de FP confirma su alejamiento de la bancada de Fujimori Higuchi.
"Solo le pedí que ponga orden. El maltrato lo recibo pensando que lo hace
para marcar distancia de Fuerza Popular. Es lógico (que lo haga), cuando
nuestra lideresa está en prisión y el partido pasa una crisis, es fácil atacar,
es fácil maltratar con el micro encendido y darse aún por ofendido. Una lástima
cómo cambian las personas con el poder", respondió.
En el caso del Apra, Mauricio Mulder criticó con
dureza el fallo del TC: "El transfuguismo fue la prostitución de los
parlamentarios. El que quiere ser disidente, lo será y buscará sus pretextos.
Yo considero que el Tribunal es cantinflesco", dijo.
De Belaunde reapareció para recordar que los fallos
del TC son de cumplimiento obligatorio. "Si procedemos con la cuestión
previa, sería ir en contra de la sentencia", anotó. En esa línea, Lescano
reafirmó que los veredictos de dicho Tribunal "son para acatarlas, no para
consultarlas a la Comisión de Constitución".
Nuevas
disidencias
¿Qué se viene en el Parlamento con el fallo del
Tribunal Constitucional? En el Consejo Directivo, el vocero de Nuevo Perú,
Richard Arce, adelantó que habrá nuevas disidencias fujimoristas. "Se
viene la estampida en Fuerza Popular", expresó.
Fuentes del Congreso afirmaron que serían 16 los
congresistas en FP, en su mayoría de regiones, quienes optarían por formar una
nueva agrupación.
Esto explicaría la necesidad del fujimorismo porque
la Comisión de Constitución emita una opinión sobre el fallo del TC. Aunque
cabe recordar que este grupo de trabajo y tampoco el Congreso tienen la
potestad de desconocer y menos de modificar una sentencia de carácter
constitucional.
A esto se suma que las nuevas agrupaciones le
restarían poder en las comisiones, la Junta de Portavoces y la Mesa Directiva
en la próxima legislatura.
Según Hildebrandt en sus trece, Salaverry fue
motivado a aceptar la formación de nuevas bancadas luego de trascender que FP
buscaba denunciarlo constitucionalmente para recuperar el dominio de la Mesa
Directiva.
Fuente: RPP.PE
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