Gianni Infantino, presidente de la FIFA, desmiente
que pidiese "en ningún momento" que se disputase la final de la Copa
Libertadores, tras el ataque sufrido por el autobús de Boca Juniors, o que
amenazase "a nadie con medidas disciplinarias" si no se llevaba a
cabo, como estaba previsto, el sábado en el Estadio Monumental.
"Me entristecen los acontecimientos de ayer
(sábado) que llevaron al aplazamiento de la final de la Copa Libertadores de la
CONMEBOL. La violencia no tiene cabida en el fútbol y la seguridad y el
bienestar de los jugadores, espectadores y oficiales siempre deben ser la
primera prioridad", indicó Infantino a Efe.
El presidente de la FIFA destacó que apoya "la
última decisión de posponer el juego" y confía "plenamente en la
CONMEBOL, tanto los clubes como las autoridades locales para tomar las decisiones
correctas en el futuro".
"Sin embargo, debido a los desafortunados
rumores falsos que se están difundiendo, me gustaría aclarar que no pedí en
ningún momento que se jugara el partido, ni que amenazase a nadie con medidas
disciplinarias si el juego no se llevaba a cabo, simplemente porque cualquier
decisión relacionada con este partido es responsabilidad exclusiva de CONMEBOL
y no de FIFA", aclara.
Gianni Infantino acudió al estadio Monumental de
Buenos Aires para presenciar el partido de vuelta de la final de la Copa
Libertadores que enfrentaba a River Plate contra Boca Juniors, cuando se
produjeron los incidentes con el autobús del club xeneize que llevó al
aplazamiento durante una hora del encuentro, en un primer momento, de otra hora
y cuarto, después y, por último, a posponerlo al domingo.
La Conmebol, finalmente, acordó este domingo
aplazar sin fecha la final y convocar a los presidentes de ambos clubes a
Asunción el próximo martes, para buscar una solución.
Fuente: EFE
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