El Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la
Inclusión Social (LUM) ha sido cuestionado por congresistas, principalmente de
Fuerza Popular, acusÔndolo de brindar información sesgada sobre el conflicto
interno que aquejó al paĆs entre el aƱo 1980 y 2000. Dicen que no le da el
reconocimiento debido a las Fuerzas Armadas. Hasta estƔn los que dicen, como el
congresista Edwin Donayre, que en su interior se realiza apologĆa al
terrorismo.
La República recorrió sus tres niveles para
constatar esta grave acusación. Encontramos un cronológico relato histórico
sobre los 20 aƱos de violencia polĆtica que vivió el PerĆŗ, desatado por el
grupo terrorista Sendero Luminoso.
Lo primero que vemos al ingresar es un gran panel
que muestra grÔficamente lo que ocurrió en el distrito ayacuchano de Chuschi el
17 de mayo de 1980, cuando los senderistas quemaron el material electoral de
los comicios generales que se iba a ejecutar al dĆa siguiente. AsĆ empezó dos
dƩcadas de terror.
A pesar de que el viernes, en la sesión conjunta de
las comisiones de Cultura y Educación, los legisladores afirmaron que el LUM no
condena el terrorismo, el museo da información sobre la barbarie de Sendero
Luminoso, con Abimael GuzmƔn a la cabeza. Dan cuenta de los asesinatos que
cometieron en comunidades campesinas de Ayacucho, asà como la destrucción que
causaron en Lima con explosiones y cochebombas.
También se reseña la participación que tuvo el otro
grupo terrorista, Movimiento Revolucionario TĆŗpac Amaru (MRTA), en el
desangramiento del paĆs.
LĆDER
ASHANINKA
Mientras avanzamos por las galerĆas del edifico del
LUM divisamos una cushma dentro de una vitrina.
Esto nos recordó el reclamo que hizo el congresista
general de la PolicĆa (r) Marco Miyashiro, de Fuerza Popular, quien sostuvo que
en el LUM no habĆa nada sobre la muerte del lĆder ashaninka Alejandro Calderón.
Pudimos comprobar que este caso sĆ estĆ” presente en
el panel dedicado a la población ashaninka de JunĆn y Cerro de Pasco, donde
Sendero Luminoso controló el acceso a la zona y mantuvo en cautiverio a sus
habitantes. Hay fotografĆas donde se ve a miembros de las Fuerzas Armadas
llegando a liberarlos. Y el relato indica que los terroristas son responsables
de la desaparición del 22% de la población ashaninka entre los años de 1980 y
2000.
Miyashiro también cuestionó que no se haya tratado
la muerte de empresarios a manos de los subversivos. Sin embargo, encontramos
un panel titulado ‘Asesinato de autoridades y lĆderes civiles’ que incluye un
listado de empresarios que fueron asesinados en la carretera central entre 1987
y 1992.
Asimismo, vimos una vitrina con las portadas de la
prensa escrita que informaron en su momento los secuestros de los empresarios
José Antonio Onrubia y Raúl Hiraoka por el Movimiento Revolucionario Túpac
Amaru (MRTA).
TambiƩn se seƱala que mƔs de dos mil autoridades y
lĆderes murieron en defensa de la paz y la democracia.
VERSIĆN DE
LAS FFAA
El congresista Edwin Donayre, de Alianza para el
Progreso, general retirado del Ejército, es uno de los que demandó que la
versión de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el terrorismo esté en el
Lugar de la Memoria.
Entre los libros que han tratado la Ʃpoca de
violencia polĆtica que se muestran en el LUM, resalta uno por su presentación y
tamaƱo. Se trata de En honor a la verdad. En la parte inferior de la carƔtula
se lee: "Versión del Ejército sobre su participación en la defensa del
sistema democrƔtico contra organizaciones terroristas".
El contenido de este libro fue calificado como
importante por el exdirector del museo Guillermo Nugent, quien consideró que el
Ministerio de Defensa deberĆa sacar una edición en formato manejable para que
este documento sea mÔs conocido por la población. En tanto, el libro estÔ en el
LUM.
Donayre también afirmó que no se menciona el
atentado senderista contra el Regimiento de CaballerĆa HĆŗsares de JunĆn,
ocurrido en 1989, donde murieron siete de sus miembros. Hay que precisar que
este execrable hecho sĆ ha sido perennizado mediante una fotos que ocupan todo
un panel y con detallada información.
ComitƩs de
autodefensa
Otro reclamo que fuimos a comprobar fue el que
manifestó la congresista Nelly Cuadros, de Fuerza Popular. Ella aseveró que en
el LUM no se habla de los ComitƩs de Autodefensa, grupos comunales, parte de la
estrategia antisubversiva durante la dƩcada del 90.
No es asĆ. Hay testimonios e imĆ”genes que indican
cómo estas organizaciones derrotaron, con escasos recursos, a los grupos
terroristas en defensa de sus pueblos.
De la presencia de comitƩs de autodefensa o rondas
campesinas da testimonio, entre otros, un video del rondero ashaninka Alcides
Qinchuya. En este sitio se pueden ver incluso fotografĆas de las armas que Ć©l y
otros utilizaron para luchar contra Sendero Luminoso.
El GEIN en
el LUM
Otro panel que estĆ” en LUM es el dedicado al
trabajo que desplegó el Grupo Especial de Inteligencia (GEIN), al mando del
general Marco Miyashiro, en la captura de Abimael GuzmƔn y los principales
miembros de Sendero Luminoso.
AhĆ se seƱala el duro golpe que estos policĆas
asestaron al terrorismo, sin realizar un disparo, la noche del 12 de setiembre
de 1992. TambiĆ©n se relata otras capturas del GEIN: la de VĆctor Polay Campos
(1992), OsmƔn Morote (1988), Nelly Evans (1991), Martha Huatay (1992), Peter
CĆ”rdenas (1992), Lucero Cumpa (1993) y Ćscar RamĆrez alias 'Feliciano' (1999).
Los congresistas cuestionan que en el museo se diga
que algunos miembros de las fuerzas del orden cometieron violaciones de
derechos humanos como parte de la lucha antisubversiva, pero esto es reconocido
por el propio EjƩrcito de manera oficial en el libro En honor a la verdad.
Por lo que vimos, el LUM solo muestra lo que pasó
en el Perú durante dos décadas.
Vizcarra se
pronunció sobre el LUM
El presidente MartĆn Vizcarra aseguró que la
postura del gobierno es de lucha frontal contra el terrorismo. Señaló que
escucharĆ” las explicaciones de la ministra de Cultura, Patricia Balbuena, para
ver cómo se puede evitar ese tipo de hechos en el futuro.
“La ministra de Cultura ha estado seis horas en el
Congreso explicando la posición del gobierno. Nosotros, asà como hemos sido
contrarios a cualquier forma de terrorismo y lo rechazamos tajantemente, ahora
tenemos que tener mucho cuidado para que no haya cualquier apologĆa al terrorismo”,
expresó .
Por su parte, el equipo curatorial del LUM envió
una carta abierta al mandatario, en la que explica que el guion de la muestra
fue producto de un largo proceso participativo donde diferentes sectores fueron
consultados. Agregan que la muestra permanente recoge historias de distintos
actores y vĆctimas y subrayan que la violencia fue iniciada por los
terroristas.
Para que no
se repita lo que ocurrió, por VĆctor Quinteros
El objetivo principal era que el LUM convoque a
todos, que encuentren en relato sobrio, honesto y que diga todo lo que ocurrió
en época del conflicto, para conocimiento, aprendizaje y reflexión, a fin de
que no se repita lo que sucedió.
Con ese fin, en 2013 y 2014 se organizaron talleres
con familiares de vĆctimas en general, entre ellos de afectados de las Fuerzas
Armadas, asĆ como artistas, empresarios, representantes de las ONG, entre
otros. TambiĆ©n hubo una mesa de trabajo con miembros de la PolicĆa Nacional y
otra de las Fuerzas Armadas, para conocer su perspectiva del tema. Su posición
institucional era que no hubo una polĆtica de violaciones a derechos humanos,
pero lo atribuyeron a algunos miembros del orden. Incluso lo reconocen en el
Libro En Honor a la Verdad, que estĆ” en el museo, donde califican lo que
ocurrió como guerra interna.
Todo eso se ha traducido en el LUM, tiene un relato
basado en los aportes recogidos en estos talleres, que se aprobó por una
comisión integrada por miembros de diferentes pensamientos.
Todas las
vĆctimas deben tener espacio, por Leonor Saire
Los hermanos quechua hablantes han sido victimados
tanto por las Fuerzas Armadas como por los terroristas, y se tiene que decir
quiƩn es quiƩn, sancionar a los culpables, hay buenos como malos militares.
El Lugar de la Memoria sĆ deberĆa reestructurarse,
pero que no desaparezca, queremos que se diga toda la verdad, que fue Abimael
GuzmÔn quien inició la violencia terrorista.
Hay policĆas y militares que son valiosos, pero hay
otros que hacen quedar mal a la institución. Los quechua hablantes no tenĆan
culpa, estaban al medio de ambos bandos, no tenĆan por quĆ© pasar por esto.
SĆ debe haber un espacio para las vĆctimas y se
tiene que defender el Lugar de la Memoria. Es un lugar de reflexión, la
violencia terrorista no debe volver a vivirse.
Por culpa de algunos malos elementos no vamos a
pagar todos. Tenemos que reconciliarnos entre nosotros.
Fuente: LaRepublica.Pe
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