¡Un giro inesperado a lo que eran sus
shows! Hace un tiempo, un payaso peruano conocido como Chupetín Trujillo se
convirtió en víctima de cyberbullying por parte de jóvenes que pertenecían al
grupo de la ‘Beba Army’. A pesar de la situación, continuó con su trabajo en la
televisión y otros medios digitales. Ahora, ha sorprendido a más de uno al
hacerse presente en una película para adultos.
Así como lo lees, el carismático
personaje habría dejado atrás las risas para incursionar en un rubro alejado de
la comicidad. Él participó en una producción de la cadena cinematográfica
llamada InkaPorn, según descubrieron sus seguidores.
Un canal de YouTube denominado Mr
Goblinciano dio detalles de la aparición de Edgar Mendoza, quien actúa como él
mismo en una fiesta. Además, se comentó que cerró la última escena con su
característico “gaaaa”.
Por otro lado, esta no sería la única
presentación que tendría Chupetín Trujillo en ese tipo de cintas. Por el
momento, los usuarios esperan su pronunciación con respecto a este tema en
redes sociales.
Sin embargo, hubo otros que no perdieron
la oportunidad para felicitarlo por su ‘nueva profesión’ con un tono de burla.
Incluso lo compararon y calificaron como el ‘Jordi ENP peruano’.
¿Quién
es Chupetín Trujillo, el payasito que es tendencia por volverse actor de cine
para adultos?
Muchos se preguntan quién es Edgar
Mendoza o como llegó a hacerse conocido. Por ello, en esta nota, te contamos
algunos detalles de este controvertido personaje.
Mendoza es natural de Trujillo, ciudad
que le aportó parte de su apelativo. En un inicio, el joven tenía un programa
humorístico denominado “Los chupetines”, que se emitía por Cable Visión TV.
También transmitía por redes sociales su secuencia “Chupetín Trujillo al
mando”, el cual era compartido en varios grupos de jóvenes que jugaban Dota 2 y
pertenecían al grupo La Beba Army. Su popularidad comenzó a incrementarse en
YouTube, pero con la fama comenzaron a llegar las burlas, insultos y toda clase
de amenazas que impactaron en el payasito. Incluso, algunos lo acusaron de
violador, secuestrador y delincuente, y etiquetaban a la Policía y hasta al
mismo FBI en las publicaciones del comediante.
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