El expresidente Alejandro Toledo se ha
opuesto el último 15 de octubre a la petición de las autoridades
norteamericanas que buscaban su retorno a prisión de manera provisional hasta
que se defina su extradición al Perú.
De acuerdo a documentación a la que
tuvo acceso La República, su abogado Graham Archer pidió al juez federal Thomas
Hixson que Toledo se mantenga con arresto domiciliario por diversos factores.
Entre ellos, su estado de salud físico que fue citado como “en declive”.
“En julio sufrió una caída traumática
y sufrió una compleja fractura del hombro derecho, que requirió una cirugía
mayor y la sustitución de la articulación por una prótesis de titanio. Sigue
necesitando un régimen cuidadosamente supervisado de tratamiento del dolor y
fisioterapia para recuperar la función de su extremidad superior derecha”,
sostuvo Archer.
Acorde a su terapeuta, señala el
abogado, “el regreso a la prisión preventiva sería ‘extremadamente perjudicial’
y crearía un mayor riesgo de que su salud mental se deteriorara”.
En este sentido se precisó también que
la esposa de Toledo, Eliane Karp, padece de “artrosis degenerativa de cadera”
por lo que necesitará pronto una operación. “Durante el periodo de recuperación
tras la operación, dependerá de la ayuda del Dr. Toledo para realizar las
actividades básicas de la vida diaria”, precisó el abogado.
La estrategia de defensa del acusado
expresidente apunta también a los casos de COVID-19 en los centros de detención
locales de EE.UU.: “En la cárcel de Santa Rita, sólo el 25% de los reclusos y
el 53,6% del personal están totalmente vacunados. En las cárceles del condado
de San Mateo (Maguire y Maple Street), hay actualmente 4 casos de COVID-19 (3
reclusos y 1 miembro del personal); ha habido un total de 148 casos positivos
entre los reclusos y el personal de Salud Correccional”.
Riesgo
persiste
Si bien Graham Archer sostuvo en su
escrito al juez Hixson que Toledo ya se suministró la vacuna, alegó que ello
“no cambia el hecho de que el Dr. Toledo es un hombre de 76 años de edad en mal
estado de salud que sigue corriendo un gran riesgo de morir a causa del
COVID-19 si se le devuelve la custodia”.
Asimismo, arguyó que no es necesario
el retorno de Alejandro Toledo a una cárcel local en California ya que, desde
marzo de 2020, cuando se le impuso el arresto domiciliario, no ha intentado
salir del país, motivo por el que el pedido de la fiscal Rebecca Haciski para
que el expresidente Alejandro Toledo vuelva a prisión debe ser denegado. Las
limitaciones que tiene su patrocinado son suficientes, señala.
“Como este Tribunal concluyó
correctamente cuando puso en libertad al Dr. Toledo, cualquier riesgo puede ser
abordado mediante una combinación de condiciones estrictas de libertad. El Dr.
Toledo no ha intentado huir durante el año y medio que lleva en libertad, ni ha
hecho nada que sugiera que vaya a huir ahora. Por todas estas razones, la
moción del gobierno debe ser denegada”.
Fuente: LaRepublica.Pe
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