Washington. [EFE]. El primero de los
tres debates entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su rival
demócrata a la Casa Blanca, el exvicepresidente Joe Biden, acaba de empezar
este martes en Cleveland (Ohio).
Es la primera ocasión en la que Trump y
Biden se ven las caras desde que comenzó la campaña, lo que, sumado a la
escasez de actos electorales presenciales debido a la pandemia, ha disparado la
expectación para el debate.
Tras llegar a Cleveland esta tarde,
Trump cuestionó en Twitter las encuestas que indican que Biden tiene ventaja en
Ohio, estado que el presidente ganó en 2016 por ocho puntos.
“Recién llegado al gran estado de Ohio.
Los sondeos reales nos ponen en cabeza incluso más que en 2016. Con Biden en
contra del ‘fracking’ (fracturación hidráulica) y de vuestra Segunda Enmienda,
¡Deberíamos estar en muy buena forma!”, dijo.
Biden, por su parte, bromeó sobre las
acusaciones que ha lanzado Trump acerca del supuesto uso de un auricular
inalámbrico por parte del demócrata para recibir ayuda de su campaña y también
sobre el consumo de narcóticos para mejorar su rendimiento.
“Es la noche del debate, así que tengo
mi auricular y mi estimulante”, apuntó en Twitter al compartir una fotografía
de unos audífonos ordinarios para celular y un tarro de helado de manteca de
cacahuete con virutas de chocolate.
El cara a cara estará dividido en seis
bloques temáticos, durará 90 minutos y no tendrá pausas publicitarias.
Trump y Biden debaten desde sendos
podios situados a una distancia superior a la habitual debido a la COVID-19, no
se han dado la mano -como es costumbre en este tipo de debates-, y compiten
ante un público limitado, de unas 80 o 90 personas, todas ellas sometidas
previamente a tests de coronavirus.
Para acceder al recinto de la
Universidad de Case Western Reserve donde se celebra, los miembros de las
campañas, invitados y periodistas también han debido superar pruebas rápidas
para descartar que puedan ser portadores del nuevo coronavirus.
Aunque el Servicio Secreto de EE.UU. se
encarga de la seguridad en el lugar del debate, las autoridades de Cleveland
han cerrado al tráfico un perímetro de varias cuadras alrededor de la
universidad, y han activado a los reservistas de la Guardia Nacional de Ohio
por si surgieran disturbios.
Al menos 400 manifestantes contrarios a
Trump se congregaron en un parque cercano al lugar del debate unas tres horas
antes de su inicio y poco después de que el presidente aterrizase en Cleveland.
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