El acceso global a los servicios
sanitarios durante la actual pandemia de COVID-19 en muchos casos no ha sido
justo y ha existido discriminación por razón de edad, posición social, sexo o
etnia, denunció este lunes la Organización Mundial de la Salud (OMS) ante el
Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Durante el debate iniciado en este
Consejo sobre el impacto de la pandemia en las libertades fundamentales, el
director de la OMS para Emergencias Sanitarias, Mike Ryan, destacó
especialmente la forma "desproporcionada" en la que la pandemia ha
afectado a los más mayores.
"La pandemia ha privado a nuestros
hijos, a nuestros nietos, de una generación de sabiduría", subrayó el
experto irlandés, recordando que en algunos de los países desarrollados los más
mayores han representado el 90 por ciento de las víctimas mortales por el
coronavirus.
Ryan subrayó que "cada Estado tiene
la responsabilidad legal de brindar cuidados sanitarios a cada uno de sus
ciudadanos", en un momento en el que sólo se puede vencer a la epidemia
"si nadie queda atrás, incluyendo a mujeres, niños, migrantes, refugiados
y personas en prisión".
El responsable de Emergencias de la OMS
también recalcó la necesidad de garantizar que ningún Gobierno use la pandemia
"como excusa para reprimir libertades fundamentales", incluidas las
de expresión y de prensa, algo de lo que ha advertido también en repetidas
ocasiones la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos.
Protección y vacunas
Ryan añadió que en la actual pandemia
muchos trabajadores sanitarios se han visto obligados a luchar contra el nuevo
coronavirus sin el adecuado equipamiento de protección o la formación necesaria
contra epidemias, por lo que reiteró la necesidad de que estos "soldados
en la primera línea del frente" sean mejor protegidos.
Finalmente, recordó la necesidad de que
la comunidad internacional financie iniciativas como el Acelerador ACT, lanzada
por la OMS para garantizar que los tratamientos y las futuras vacunas contra la
COVID-19 sean distribuidos también en los países que no puedan pagarlos a
farmacéuticas y laboratorios.
La alta comisionada de Naciones Unidas
para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, también intervino en el debate,
donde destacó que "el mundo en raras ocasiones ha sufrido un shock global
y simultáneo tan complejo como el causado por la COVID-19".
En una crisis tan compleja y cambiante,
los países que han actuado bien "aumentaron el acceso a la sanidad para
comunidades antes excluidas" o dieron ayuda económica, de vivienda y de
otros tipos a personas que perdieron o vieron mermados sus modos de vida durante
la pandemia.
Por otro lado, "algunos Estados
mostraron una profunda desconfianza en su pueblo, reprimiendo las críticas,
limitando la libertad de información y reduciendo el espacio cívico",
lamentó la expresidenta chilena.
De acuerdo a la OMS, los casos
acumulados de COVID-19 desde que empezó la pandemia llegaron a los 28,9
millones y los fallecimientos a 921 801.
(Con información de EFE)
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