El dióxido de cloro se ha convertido en la ‘fórmula milagrosa’ de la
covid-19, que personas sin escrúpulos la recomiendan al igual que médicos, a
pesar que no existe investigaciones científicas que comprueben su eficacia ni
contra el SARS-Cov-2 y otras enfermedades, a las cuales supuestamente cura.
A través de La Industria en Vivo, Nixer Rodríguez Ledesma, egresado de
la Universidad Nacional de Trujillo y con una maestría en Elaboración de
Medicamentos Individualizados, explicó las repercusiones en nuestro organismo,
que podría generar el dióxido de cloro.
Rodríguez Ledesma aclaró que el dióxido de cloro no es igual que el
hipoclorito de sodio (lejía), a pesar que ambos son oxidantes, inactivan virus
y pueden ser usados como desinfectantes de superficies y agua potable. La
principal diferencia en ambos, es que el primero puede ser más nocivo que el
segundo.
"Los seres vivos están compuestos de células, si analizamos la
membrana celular veremos que está compuesto por fosfolípidos y proteínas que
están compuestas de átomos que contienen electrones y qué hacen los oxidantes
(lejía o dióxido de cloro), desestabilizan a una molécula y la
inhabilita", explicó el biólogo.
En el caso del dióxido de cloro, al tener contacto con la sangre podría
provocar la oxidación de los átomos de hierro que componen la hemoglobina
(proteína que rodea al glóbulo rojo y que sirve para transportar oxígeno a los
tejidos). Este proceso químico convierte a la hemoglobina en metahemoglobina
que evita que los glóbulos rojos suelten oxígeno a los tejidos.
“Como la metahemoglobina no es capaz de soltar el oxígeno a los
tejidos, por consiguiente, generará una hipoxia. Si no le llega al centro
respiratorio, el paciente tiene un paro cardiorrespiratorio y puede morir”,
precisó.
Nixer Rodríguez explicó que, si no se han reportado intoxicaciones
masivas por dióxido de cloro es porque las personas lo están tomando en bajas
dosis y de forma oral; sin embargo, lo que preocupa es que muchos creen que es
la cura a la enfermedad y dejan de preocuparse por atender al enfermo con
oxígeno medicinal, que es lo que necesita.
“Se está generando una falsa esperanza, yo he visto a pacientes que
están con saturación baja y piensan que al consumir el dióxido de cloro van a
conseguir oxígeno, y dejan de preocuparse por conseguir un balón […] algunos
dicen que se han curado por el dióxido, pero no conozco un caso donde solo
consuman eso, la mayoría consume eso, paracetamol, ivermectina, y demás, así
que no le pueden atribuir el logro”, explicó.
Usando tubos de ensayo y sustancias oxidantes y antioxidantes, mostró
el cambio en la sangre cuando tiene contacto con sus insumos. Al utilizar el
dióxido y la lejía, se observaba que el tono rojizo se oscurecía. Con este
experimento invocó a la población a no dejarse llevar por todo lo que dicen por
las redes, sino a dejarse asesorar por un especialista médico y no confiarse
con falsas curas, sino iniciar los tratamientos a penas aparezcan los primeros
síntomas.
FUENTE: LaIndustria.Pe
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