Tras un 2020 atípico por la pandemia de
la COVID-19, la comunidad científica está en la búsqueda de una vacuna efectiva
para contrarrestar al nuevo coronavirus. Al mismo tiempo, los médicos estudian
las secuelas que podría traer el virus a aquellas personas contagiadas.
En los últimos meses se han publicado
una serie de estudios de especialistas clínicos para saber cuáles son las
consecuencias que puede dejar la enfermedad originada en Wuhan, China. Hasta el
momento, es imposible determinar si las secuelas son temporales o permanentes.
Las investigaciones confirman que, en
los casos más graves, la COVID-19 puede dejar estragos en los pulmones, la zona
cero de la infección, hasta los riñones, el corazón, el cerebro, el hígado y el
sistema vascular. Conoce en esta nota cuáles son los órganos que podrían comprometerse
en una persona que superó el coronavirus, según diversos estudios y voces de
especialistas.
Consecuencias
respiratorias
El médico infectólogo de la Universidad
Peruana Cayetano Heredia (UPCH), Leslie Soto, asegura que, según el grado de
intensidad de los síntomas en el paciente, registran cansancio y dificultad
respiratoria entre cuatro y seis semanas de haber superado al virus.
Una de las primeras investigaciones a
los pacientes dados de alta en China mostró que una de las principales
consecuencias de padecer coronavirus es la reducción de la capacidad pulmonar,
incluso en las personas que no estuvieron en un estado crítico de la
enfermedad.
Un informe publicado en la revista
European Respiratory Jorunal, en pasado abril, señala que existe incidencia de
un fenómeno similar en otros tipos del virus (SARS y MERS) y que las secuelas
podían durar meses, en otros casos hasta años.
Por otro lado, un reporte del Journal of
the American Medical Association determinó que de 143 pacientes evaluados en
Italia, el 12,6% ingresó a cuidados intensivos, mientras que el 87,4% restante,
después de dos meses de ser dados de alta, continuaban al menos con un síntoma
de la enfermedad.
El infectólogo de la UPCH explica que el
tiempo para dejar de sentir fatiga y dificultad al respirar depende de las
condiciones en las que estuvo el paciente mientras contrajo la COVID-19, por lo
que podría ser mayor a las seis semanas.
Fibrosis
pulmonar
La fibrosis pulmonar, enfermedad crónica
que daña al tejido pulmonar y forma cicatrices, es otra de las secuelas que
pueda dejar en el organismo la COVID-19 en los casos más severos.
Al tratar de expulsar al virus, el
cuerpo sufre de una inflamación intensa y extensa, lo que podría causar la
fibrosis. En el caso de los pacientes de coronavirus, se trataría de un proceso
natural de reparación del tejido dañado. También sería el resultado del
tratamiento en sí mismo, ya que algunas personas terminan entubadas a causa de
la enfermedad.
Síndrome
post-UCI
Aunque no sea exclusivo del coronavirus,
el síndrome post-UCI es otro de los problemas que el tiempo prolongado en una
unidad de cuidados intensivos genera en el organismo de los pacientes y que
puede causar otros daños respiratorios más severos.
El virus originado en Wuhan, China, hace
que las personas que lo contraen y desarrollan la mayoría de los síntomas con
alta intensidad estén por periodos más largos de tiempo hospitalizados, lo que
aumenta las posibilidades de adquirir el síndrome post-UCI.
“(El síndrome post-UCI) puede causar
daños psicológicos como depresión, ansiedad, pérdida de memoria y capacidad
para razonar. La propia condición del paciente de haber estado en cama y
entubado hace que pierda fuerza muscular y que haya cambios en la fuerza
motora”, advierte el médico infectólogo de la UPCH.
Soto recuerda que los casos severos de
la COVID-19 son una minoría, aunque dada la situación en el país, el bajo
porcentaje no refleja la cantidad de pacientes que lucha día a día por su vida.
Contó que todos los que superan el coronavirus son monitoreados y cumplen con
una serie de terapias durante semanas para que vuelvan a tener una vida sin
complicaciones de salud.
¿Cuál
es la “zona cero”?
Cuando el virus SARS-CoV-2 ingresa al
organismo, los pulmones se convierten en un punto conocido como “zona cero”
antes de expandirse a otros órganos. Para Leslie Soto, esto no sería del todo
cierto, ya que el coronavirus puede atacar cualquier parte del cuerpo del
paciente.
“No en todos los pacientes los síntomas
comienzan con algún problema respiratorio, algunos pierden el sentido del
olfato y el gusto o con dolores de cabeza. Sin embargo, los pulmones siempre se
ven afectados cuando el virus los ataca con mayor intensidad”, agregó el médico
infectólogo.
Corazón
y riñones
Un estudio desarrollado en Alemania a
100 pacientes recuperados de la COVID-19 determinó que el 78%, tras dos meses
de ser dados de alta, registró alguna anomalía en el corazón. Del total de
personas analizadas, el 67% no fue hospitalizado y experimentó una forma leve
del virus.
En el caso de los riñones, Soto afirma
que entre los casos más graves de coronavirus podría desarrollarse una
insuficiencia renal. Entre el 1 de marzo y el 5 de abril, se desarrolló una
investigación con personas en Nueva York, Estados Unidos, la cual demostró que
1.993 de 5.449 pacientes mostraron insuficiencia renal aguda.
Cerebro
y sistema vascular
Jaderson Costa da Costa, neurólogo que
coordina el grupo de trabajo del Instituto del Cerebro ligado a la Pontificia
Universidade do Rio Grande do Sul (PUCRS), señaló que las convulsiones,
inflamación del cerebro y casos del síndrome Guillain-Barré (ataca el sistema
nervioso y causa hormigueo en las extremidades) es lo que más se observó en los
pacientes del Hospital São Lucas, en Porto Alegre, Brasil.
La COVID-19, aún por razones que los
científicos y expertos desconocen, aumenta la tendencia de la sangre a
coagularse en casos más severos.
“Eso podría llevar a desarrollar una
trombosis o bloqueo de una vía sanguínea, lo que puede producir un derrame
cerebral”, explica el infectólogo Leslie Soto.
En su opinión, las personas no deberían
confiarse del nuevo coronavirus y del hecho que ya se pueda salir a las calles.
El médico infectólogo de la UPCH recomienda a todos los peruanos respetar las
medidas sanitarias básicas y evitar salir de casa.
Fuente:
LaRepublica.Pe
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